Clik here to view.

Clik here to view.

Se trata de pensar distinto y salir de lo obvio
Mario Eskenazi. 68 años. Córdoba, Argentina. Diseñador gráfico. Puro concepto. Directo y limpio. Vive en su estudio, donde dice trabajar las 24 horas del día. Piensa que la identidad del Gobierno de España necesita una renovación urgente.
Adriana Eskenazi. 26 años. Barcelona. Mirada única. Clara y singular. Fotógrafa y realizadora audiovisual en Eskenaziencursiva, estudio que monta junto a Laura Encursiva. Todavía le intimida tener a una persona delante de la cámara.
Bajaba por Vía Laietana cuando acorté y me metí por la plaza de la Catedral. Justo entonces, me encontré a Mario Eskenazi. Entre la multitud de las Ramblas también pude distinguir a Mario Eskenazi. Por la noche salí a hacer unas cervezas por el Raval y de repente, Mario Eskenazi. Al llegar a casa, en mi baño, Mario Eskenazi. No es omnipresente y apenas sale de su estudio, pero sus diseños nos acompañan todos los días. Los camiones de BCNeta, la identidad del centro Arts Santa Mònica, el logotipo de Banco Sabadell o el packaging de Evax. También abro revistas y enciendo el ordenador. Editoriales de moda, publicidad y videoclips. No hace falta leer la letra pequeña para darme cuenta de que tengo a otro Eskenazi metido en mi salón. Padre e hija. Mario y Adriana. Si vamos a pasar tanto tiempo juntos, conozcámonos un poco mejor.
PROBLEMA-IDEA-FORMA
Mario, tus diseños se caracterizan por la sencillez, donde predomina básicamente el mensaje. ¿Por dónde se empieza? “La idea siempre va antes que la forma. A mí las cosas no me gustan si no tienen una función. En diseño no hay una forma que me guste porque sí.” ¿Cómo consigues resolver ideas complejas con soluciones simples? “¡Yo lo veo tan fácil! La clave es entender el problema.” ¿Dirías que tienes la virtud de despellejar las ideas hasta encontrar su esencia? “No es una virtud, es un método. Es aprender a pensar de una determinada manera. Se trata de pensar distinto y salir de lo obvio.” ¿Cuál dirías que es la esencia del trabajo de Adriana? “Tiene una forma de mirar distinta. Me gustan especialmente sus fotografías de paisajes urbanos. Pienso que pilla muy bien los momentos de soledad en los paisajes.” ¿De pequeña ya le viste un ojo creativo? “Sí, lo veía claro. De chiquita dibujaba mucho. De hecho yo me pensaba que iba a ir más por el lado del dibujo o del diseño. Me acuerdo que me levantaba y había hecho una exposición con todos sus dibujos. Yo no me di cuenta pero es cierto que ponía los Playmobil y foto a foto iba haciendo como una película. ¡Y no pillé que te gustaba la foto!” Adriana, ¿qué querías ser de mayor? “Médico, y él se enfadaba.” Será el único padre que se enfada si su hija quiere ser médico. “Me enfadaba porque veía que no tenía sentido, que lo decía porque le habían dicho que ser médico era más seguro.”
¿Crees que el ejemplo de tu padre te ha ayudado a lanzarte y a no tener miedo a una profesión tan inestable? “Nunca lo he visto como una profesión inestable hasta que me he visto en la profesión. Nunca tuve esa perspectiva porque tanto a mi padre como a mi madre, que es realizadora de publicidad, les funcionaba. Para mí lo raro es cobrar un sueldo fijo mensual.” Dos generaciones con profesiones creativas. ¿Los obstáculos son los mismos? “Empezar siempre es difícil, seas de la generación que seas. En mi caso es complicado hacerse un sitio en el mundo de la fotografía porque hay mucha gente y muy buena. Pero mi padre también empezó con el diseño gráfico en un momento en que ni existía. En diferentes sectores y de diferentes maneras pero para los dos ha sido muy complicado empezar.” Tus proyectos también acostumbran a tener una idea o historia detrás. ¿Tu proceso de trabajo se asemeja al de tu padre? “Lo intentopero no es fácil. Es algo que él lleva muchísimos años haciendo. Es un proceso que valoro mucho y que ojalá me saliera con la misma rapidez que le sale a él. Pero nosotras a veces sí que improvisamos, y pienso que también es positivo.” Mario añade: “Yo pienso que es difícil y es distinto. Su trabajo es más artístico y tiene que haber algo más de emotividad. En cambio lo mío no, es puro concepto. Lo mío es comunicación directa.”
ARGENTINA-EUROPA-BARCELONA
Mario, empezaste estudiando arquitectura. ¿Cuándo descubres tu pasión por el diseño gráfico? “Cuando estaba en la facultad iba mucho a la biblioteca. Ahí descubrí las revistas de diseño de aquella época. Me volví loco y me di cuenta de que eso es lo que quería hacer.” ¿Fuiste autodidacta? “En esa época y en Argentina apenas se conocía lo que era el diseño gráfico. Dio la casualidad que una buena amiga de la facultad se enrolló con el único diseñador que había en Córdoba. Empecé a ir todas las mañanas a ver cómo trabajaba y a hacer prácticas. Con el tiempo me quedé a trabajar ahí.” ¿Vienes a Barcelona para trabajar en diseño? “Vine a Europa para trabajar en diseño gráfico. En aquella época Argentina estaba en crisis y era imposible desarrollarse en este campo. Si quería hacer carrera en diseño sentía que tenía que irme de allí. Pero yo no venía ni a España ni a Barcelona, yo me iba a Europa.” Pero te quedaste aquí. “Di vueltas.Llegué a Londres pero al final acabé volviendo a Barcelona para coger un avión e irme a Nueva York. Y cuando estaba aquí conocí una chica, me enamoré y me quedé.” Y con el tiempo nació Adriana. ¿Qué crees que has heredado de tu padre? “Además del mal genio, la forma de pensar y de plantear las cosas. Desde pequeña mi padre nos ha inculcado a mí y a mi hermana su forma de trabajar y sus motivos, y creo que es algo que aplico bastante a nuestro trabajo. Pensar mucho lo que vamos a hacer para que el resultado final, aunque sean fotos y no sea diseño, sea algo que solamente pudiéramos haber hecho nosotras.” ¿Cómo era Mario cuando eras pequeña? “No era el típico padre que te viene a buscar al colegio, te hace la cena y te pone a dormir. Desde pequeñas, a mi y a mi hermana nos ha educado de una manera más cultural. Siempre se ha preocupado por enseñarnos cosas, hacernos leer, escribir o dibujar.”
PAISAJE-RETRATO-MOVIMIENTO
Adriana, ¿no es más complicado compenetrarte con otra persona para hacer fotografías? “No, creo que es más fácil, aunque tiene momentos. Lo bueno de trabajar con Laura es tener otra perspectiva de una misma idea.” Mario asiente. “A mí me gusta trabajar con otros, tener a alguien que piense en el mismo sentido pero comentar con él. Con el ping-pong surgen mejores ideas.” ¿Unen más las diferencias que la similitudes? “Sí, de hecho Laura y yo tenemos todas las diferencias del mundo. Está muy bien cuando encontramos ese punto en común.”¿Os pedís opinión entre vosotros? “Sí, siempre nos mostramos nuestros trabajos.”¿Sois críticos? “A mí siempre me gusta casi todo lo que hace. No es que sea crítica o no, llevo muchos años empapándome del trabajo de mi padre y ya entiendo su estilo a la perfección. Me suele gustar mucho su trabajo.” ¿Cuándo empiezas a hacer fotos? “De pequeña ya me gustaba. Mi padre me compraba cámaras de usar y tirar. Al despertarme por la mañana ya empezaba a hacer fotos a mi hermana por casa. Pero así en plan en serio, a los 16 o 17, cuando mis padres me regalaron una cámara y empecé a salir con mis amigos a hacer fotos, y de ahí ya no paré. Empecé a estudiar fotografía y a trabajar sola. Luego conocí a Laura y montamos el estudio.” Cuando no se trata de fotografía de moda, ¿te gusta fotografiar a gente que conoces? “Sí, me gustan mucho los retratos, aunque como dice mi padre, yo venía de una fotografía más de espacios. Fue a raíz de conocer a Laura que me puse más a conocer a la gente. Laura tiene más facilidad dando instrucciones a la gente, a mi una persona delante de la cámara me intimida mucho.” Mario sonriendo: “¡Y yo que le insisto en que siga con los espacios!”
ENCARGO-REQUISITO-SOLUCIÓN
¿Cómo organizáis vuestro día a día? “Vivo en el estudio, literalmente. No hay organización, tengo la habitación al fondo. Trabajo las 24 horas del día.” Mario sonríe levantando los hombros. ¿Los siete días de la semana? “Sí.”Adriana aclara: “¡Nosotras no! Antes trabajábamos en casa y sí que era un poco más a lo loco, porque nos poníamos a trabajar, parábamos y volvíamos a trabajar. Con el estudio nos pusimos un horario. A él vivir sin horarios le funciona pero yo me vuelvo muy loca.” ¿A qué proyecto le tenéis más cariño? “Podría ser el de BCNeta, sobre todo por la repercusión. De golpe veías toda Barcelona con tu camioncito.” “En mi caso, tal vez el primer proyecto que hice con Laura, que fue un videoclip de la canción La chica rockabilly de La Quiero Viva. Ahora le vemos todos los fallos del mundo, pero fue el primer vídeo que realizamos juntas. ¿Y el más complicado? “Hay algunos proyectos por encargo que son muy complicados porque el cliente no quiere cambiar su idea y a ti te parece desastrosa, pero por mucho que la intentas cambiar es imposible.” Mario sonríe (siempre sonríe). “Todos son difíciles. Mi intención es que todo parezca fácil pero llegar a eso es complicado. En mi caso yo diría que los envases de Evax, porque tenían que cumplir los requisitos de simplicidad y modernidad, pero además se tenían que vender.” Tras unos minutos pensando, Adriana se decide. “Yo diría que el spot de la aplicación Newin. Nos costó mucho sudor y muchas úlceras de estómago. Nos pusimos enfermas dos días antes de los nervios. Pero el resultado nos gusta bastante.” ¿Lo más complicado son los encargos? “Claro, cuando Laura y yo hacemos editoriales o vídeos por gusto, la idea nace de nosotras de algo que queremos contar, y eso siempre es más fácil. Convertir la idea de otro en algo bueno siempre es mucho más difícil.” “En mi caso es distinto porque todos mis trabajos son por encargo pero no me dan la idea, solamente lo que necesitan. Pero yo se que los envases de Evax tienen que vender y los camiones de la basura tienen que identificar, es muy diferente.”